viernes, 13 de abril de 2012

Apple niega la acusación de EEUU de haberse confabulado con cinco editoriales

Apple niega la acusación de EEUU de haberse confabulado con cinco editoriales: EEUU ha demandado a Apple y a las grandes editoriales por supuestamente haberse aliado para subir los precios de los 'e-books'. Leer


La gestión de la presión, un caso trágico

La gestión de la presión, un caso trágico:
La Bolsa del Corredor

¿Cómo gestionamos la presión al correr?

Si formulamos esta pregunta a cualquier atleta, ya sea popular o profesional, veremos como hay infinidad de maneras de gestionar la presión pre-competitiva, tantas como corredores diría yo.
He visto atletas que en las horas previas a su gran cita se convierten en auténticos showmans, sin dejar de hablar un segundo y haciendo todo tipo de bromas. Otros, la toman con el WC. Otros, en cambio, se encierran en sí mismos e intentan concentrarse sin que nada ni nadie les altere. También los hay, como es mi caso,  a los que nos cambia el carácter, concretamente nos volvemos más irascibles, por lo que es mejor apartarnos un poco de las personas que queremos y pasar estas horas previas en soledad. A la vez, los hay que dicen con gran rotundidad que a ellos la presión no les afecta (cosa que pongo en duda), ya que creo que la presión nos afecta a todos, y no es malo, sólo que tenemos que saber gestionarla para que no se vuelva en nuestra contra.
Creo que es bueno tener esas típicas mariposas en la boca del estómago las horas previas a la competición, síntoma de que vivimos a tope el correr y reflejo de que aunque hayan pasado 20 años desde nuestra primera carrera, seguimos con la misma ilusión del primer día.   A veces cometemos el error de no establecer metas razonables. Fijarnos objetivos modestos nos permitirá un mejor manejo de la presión y alejarnos de un posible sentimiento de frustración, tanto en entrenamientos como en carreras.
Pero ha habido casos en la historia del atletismo, en los que la presión no ha sido bien gestionada y llevada al extremo ha desembocado en tragedia. Permitirme que os cuente la trágica historia del gran maratoniano japonés Kokichi Tsuburaya.
Kokichi Tsuburaya, consiguió la medalla de Bronce en la Maratón de los Juegos Olímpicos de Tokio 1964. Este suceso fue considerado un auténtica gesta en su país natal, dado que era la primera vez en 28 años que un japonés conseguía una medalla en atletismo en unos Juegos Olímpicos, concretamente desde la última en los Juegos de Berlín de 1936, consiguiendo llegar por detrás del gran Abebe Bikila (batió el record del mundo con una marca de 2h12:11) y el plusmarquista mundial hasta entonces, el británico Basil Heatley (2h 13:55).
A pesar de que Tsuburaya a partir de ese momento sería tratado como un héroe en su país, se retiró abatido de la pista, después de que el británico Heatley le pasara en los últimos doscientos metros y le relegara al tercer puesto y por consiguiente a la medalla de bronce. Tsuburaya sentía que había fallado a su país y tenía la convicción de que sólo obtendría su perdón ganando en los próximos Juegos Olímpicos.
A partir de ese momento, Tsuburaya que pertenecía a las Fuerzas de Autodefensa de Japón, recibió dos órdenes claras: restringir el contacto con su familia, incluida su novia con la cual se iba a casar, y dedicarse al 100% a los entrenamientos para conseguir la medalla de oro en los Juegos de México 1968.
Todo iba según lo previsto y el entrenamiento estaba dando sus frutos, pero en 1967 Tsuburaya tuvo que ser internado durante dos meses en un hospital como consecuencia de una lumbalgia crónica. Cuando regresó a sus entrenamientos ya nada era igual. Su cuerpo no respondía a las cargas de trabajo y sus piernas no iban como antes. A principios de 1968 y a sólo 9 meses de los Juegos Olímpicos de México, las perspectivas no eran nada halagüeñas.
El 9 de enero de ese mismo año, Tsuburaya fue encontrado en su habitación con la carótida seccionada. En sus manos tenía la medalla de bronce que había conseguido en los Juegos Olímpicos de Tokio y junto a él encontraron una nota la cual decía:
“no puedo correr más”
Tsuburaya, no fue más que una víctima de un sistema que le presionó hasta límites insospechados para ganar una medalla de oro y víctima de un desmedido sentido de la obligación, dado que él sentía que su pueblo le había encargado una misión y no podría llevarla a cabo.

La gestión de la presión, un caso trágico

Fractura de los huesos metatarsianos

Fractura de los huesos metatarsianos:
Fractura de los huesos metatarsianos Fractura de los huesos metatarsianos
En cada pie hay cinco huesos metatarsianos, y que se fracture alguno de ellos es una de las lesiones más frecuentes que pueden afectar al pie.
La fractura de uno o más huesos metatarsianos se puede producir sobre todo al pisar el pie (frecuente, por ejemplo, en deportes de pelota).
Por otra parte, la fractura del quinto hueso metatarsiano puede venir provocada por torsión.
En cualquier caso, el tratamiento pasa por enyesar la zona lesionada algunas semanas debido al dolor que provoca la lesión. En caso de fracturarse con desplazamiento varios huesos metatarsianos (dos o más), será aconsejable (y en algunos casos, necesario) recurrir a una operación quirúrgica. En ámbito general este tipo de lesión se cura sin dejar secuelas.

Maratón del Polo Norte: a 30 grados bajo cero

Maratón del Polo Norte: a 30 grados bajo cero:
Con dos días de retraso, el 6 de abril, una ventana de buen tiempo permitió a 40 corredores, procedentes de 18 países, volar de la Isla Svalbard (Noruega), Círculo Polar Ártico, a la Base flotante rusa Barneo. Allí la expedición atlética estableció su campamento para competir sobre el océano helado, cubriendo un farragoso trazado de 42 kilómetros. El segoviano Luis Alonso Marcos y el barcelonés Enric Gómez fueron los únicos españoles en la línea de salida.
Como cada año, desde 2002, la Asociación de Exploradores Polares de Rusia ha levantado a primeros de abril una Base temporal en el Océano Glacial Ártico, muy cerca del Polo Norte Geográfico. Poco más de un mes es mantenida en pie debido al continuo e imprevisible movimiento de la costra de hielo flotante (varios kilómetros al día), al infierno climatológico y a la noche polar que dura la mitad del año. La base se compone de varias tiendas de campaña y una improvisada pista de aterrizaje, alisada con tractores. Todo lo necesario es transportado en aviones y helicópteros desde Rusia y el archipiélago noruego de Svalvard. Previamente varios paracaidistas son lanzados como avanzadilla para preparar el aterrizaje del Antonov 74, encargado de trasladar y abastecer a las expediciones científicas y deportivas. Los corredores del maratón han sido los primeros de la temporada en utilizarla.
Con el sol permanentemente colgado del horizonte las 24 horas del día, a las 21:00 horas del 6 de abril comenzó el maratón. El termómetro marcaba los 30 grados bajo cero, aunque esporádicas rachas de viento provocaban sensación térmica aún más severa. En esas condiciones es imprescindible acertar con el equipo contra el intenso frío y el terreno. Algunos corredores optaron por utilizar ligeras raquetas de nieve para mejorar el avance sobre las placas de hielo superpuestas.

Sobre el eje de rotación de la Tierra


Pronto el grupo de atletas más fuerte tomó la cabeza de carrera hasta que el mercurio y la suma de kilómetros fueron definiendo el podium final. Después de 4h:17:08 de lucha contra la gélida temperatura, el británico Andrew Murray completaba de madrugada los 42 kilómetros en primer lugar. Segundo en meta se presentaba el español Luis Alonso Marcos, 4h:19:38, y tercero llegaba el también británico James Matthews, 4h:41:01. Por su parte la australiana Demelza Farr, 6h:06:36, lideró el grupo de corredoras seguida de la británica Rebeca Newman, 6h:11:39, y de su compatriota Julie Brailsford, 6h:14:40.
Una vez finalizado el maratón, un par de helicópteros rusos MI8 trasladaron a todos los corredores al punto que el GPS marcaba los 90 grados de Latitud Norte, punto exacto donde se sitúa el Polo Norte Geográfico, en esos momentos a unos 25 kilómetros de la Base. Allí tuvieron la posibilidad de dar “la vuelta al mundo” rodeando el eje de rotación terrestre, caminando solo unos cuantos pasos en círculo.
Poco antes de partir, a modo de despedida de la Base Barneo, Luis Alonso Marcos ofreció una grata sorpresa a los presentes. Entre el equipaje contra el frío, el segoviano había incluido un cochillo precocinado que la Asociación para la Promoción del Cochinillo de Segovia le había entregado antes de partir. Técnicos de la Base rusa y corredores dieron buena cuenta gastronómica del mismo en el lugar más remoto e inhóspito del mundo, en el mismísimo Polo Norte. Así mismo, en el mástil de la Base también quedó clavada la flecha de madera que los chicos de la Asociación de Discapacitados de San Ildefonso, ADISIL, grabaron con el nombre de la localidad segoviana y la distancia que les separa del Polo, 5.500 kilómetros.

Texto: Miguel Caselles.

martes, 10 de abril de 2012

Media Maratón Madrid

El pasado 1 de abril tomé parte en la Media Maratón de Madrid, como siempre que voy a tomar parte en alguna carrera los nervios estaban a flor de piel, con la diferencia que esta vez era en la capital junto con otros 18000 locos que no tienen otra cosa que hacer un domingo por la mañana que madrugar para ir a correr.  Llegué al Parque del Retiro, junto con mi hermano y mi primo, aquello estaba lleno de gente, en el Metro solo se veía gente preparada para ir a correr junto con algún despistado que volvía a casa tras una noche de fiesta.  Una vez allí, el mismo ritual de siempre, aquí da igual que la carrera sea grande o pequeña, ponerse el dorsal ¿Cuando inventarán un sustituto a los imperdibles? dejar la mochila en los lugares indicados para ello, calentar y estirar un poco e intentar ir al baño por última vez.  La carrera era a las 9,30 y a las 9,20 aún estábamos calentando, el siguiente paso era intentar colocarnos en el cajón correspondiente a nuestro tiempo, pero aquello era imposible, la salida estaba literalmente colapsada, por lo que tras unos cuantos empujones y atajos por aquí y por allá mi hermano y yo, mi primo se quedó en otro cajón, llegamos a nuestro sitio.  Elegimos el cajon de 1h30' que era el tiempo aproximado que teniamos pensado hacer.
Comienza la carrera, al principio era un poco de caos, porque había muchísima gente y era complicado correr en condiciones, por lo que los primeros metros te los pasas frenando, esquivando, intentando no perder a tu hermano... aunque la verdad que me lo esperaba peor, al final el primer kilómetro lo hice en 4'20'', tan solo unos segundos por encima de la media de la carrera.  Me pegué a la liebre de 1h30' y ahí fuimos mi hermano y yo, junto con otro grupo de corredores hasta aproximadamente el kilómetro 8, llevábamos un ritmo bastante alto, rondando los 4 minutos por kilómetro y eso que hasta Plaza Castilla (km 9) era prácticamente todo el rato subida.  Una vez pasada Plaza Castilla el terreno comienza a ser más favorable, aunque bastante rompepiernas, constantes bajadas y subidas que no te dejan mantener un ritmo constante, al fondo podiamos ver a la liebre de 1h25', con lo que el tiempo final si manteniamos el ritmo iba a ser bueno.  Mi hermano se iba quejando de un pie, por lo que llegando al Retiro me dice que tire para adelante que él no puede seguir el ritmo.  Llegamos a la entrada del Retiro, pero aún había que rodearlo, todavía quedaban 4 kilómetros, eso sí, había mucha gente animando, lo cual se agradece y mucho, y más si ves entre esa gente caras conocidas.  Rodear el Retiro, fué para mí, la parte más dura de la carrera, se hizo bastante largo y más aún teniendo en cuenta que tenías ahí al lado la meta, el tramo más duro fué el que va desde Atocha hasta la Puerta de Alcalá, una dura pendiente en la que veías a gente pagando los esfuerzos que había hecho anteriormente.  Bueno y al final, entramos al Retiro, al fondo ves la pancarta de meta y no sé de donde pero aún pude sacar fuerzas para un último sprint.
El tiempo final fué de 1h27'30'', exactamente el mismo tiempo que había hecho en la Media Maratón de Salamanca un mes antes, pero las sensaciones fueron muy buenas.  En la categoría general hice el puesto 616 y en mi categoría el 216, lo cual no está nada mal teniendo en cuenta que llegaron a meta más de 13.000 corredores.
Bueno, pues hasta aquí la crónica de la carrera, el post-carrera os lo podeis imaginar, piernas doloridas, cansancio... pero bueno, esas cosas no se cuentan.